octubre 18, 2008

Pasajeros


Tu sonrisa
cruda como el despiece de los novillos,
mi encaro
neutro como los relojes suizos,
danzan bailes de andén
y se husmean como perros
distinguiendo entre el silencio
de los raíles
el súbito regreso
de lo ineluctable.
Ser sólo eso,
pasajeros.

2 comentarios:

Idea Q. dijo...

Genial,
Ha sido un verdadero placer visitar tu blog... Me pareces un maestro de palabras, especialmente en este relato... como de cortejos temporales..

Anónimo dijo...

Un verdadero placer para mí tenerte entre los recobecos de esta calle, IDEA Q. Siéntete libre de recorrerla con calma cada vez que quieras. Ya eres parte de ella.

Muchas gracias por ese generoso comentario, demasiado para esta pobre alma.

BE:SO GRAN:DE