noviembre 07, 2008

Historia De Un Zapato

Huele la tienda a naftalina
y carmín de dependienta
acercándose sinuosa, espléndida,
como tarde de cartas y vino.

¿En qué le puedo ayudar?
Y no sé por dónde empezar.
Si fuera su apetito caníbal,
tal vez por devorar la sequía de mis brazos.
Siendo su cuerpo guitarra tensa de cuerdas,
por Entre Dos Aguas tal vez.

Zapatos, le digo casi sin saliva.

¿Bota, sandalia, clásico, deportiva?
¿Cuero, plástico?
Siempre me han derrumbado las disyuntivas
y los interrogantes a corto plazo.
Máxime cuando un aire acondicionado
recorre los pliegues de su falda,
ajustada y corta como los estrechos
interoceánicos.
Probaré de todo un poco,
sugiero perdido
(vivo sin prisa).

Tiene el calcáneo ligeramente deformado
.
Lo sé.
No le ayuda la inclinación del índice derecho.
De nacimiento.
¿Sufrió acaso de pies planos?
De niño puede ser
(todo puede ser de niño).
Déjeme buscar en el almacén.

Y tardaba en volver. Años.
Y migraban las agujas colinegras,
crecían otoños entre mis dedos,
orinaban verdades los borrachos en la esquina.
Llovía…
Recuerdo largas temporadas
de borrasca y percusión.

Sin reparar en su presencia
con vaivén de péndulo,
otro cliente esperaba marchito
a la orilla del mostrador
el regreso de aquella silueta.

Y zumbaba entre silbidos:
En algo se parecen mis zapatos al amor,
Que por más siglos de espera,
Nadie hay quien acierte
con la talla diestra.

(Mientras,
sigo
calzando
impar).

5 comentarios:

Ana dijo...

¿En qué le puedo ayudar?
.....
tal vez por devorar la sequía de mis brazos
...........
Que por más siglos de espera,
Nadie hay quien acierte
con la talla diestra.
.
.
.
.

Genial, me gusta la frescura del poema, acercarse a un posible pensamiento encerrado en algo tan cotidiano y mundano como arreglar un zapato...., dos historias paralelas.... precioso. Con tu permiso voy a hacer una postal de este poema para colgar en casa.. Yo quiero un zapato sin cordones :D!

kisu

Giovanni-Collazos dijo...

Volviendo por estos lares, repleto de poesía agradable y buena.

Me acercaré más seguido.

Me ha gustado este poema.

Un abrazo.

Gio.

Anónimo dijo...

Todo lo mundano encierra un más que probable gran acontecimiento. ¡Y si hablamos de zapatos, ni te cuento! Agradecer siempre los comentarios, pero ya sabes que eso de genial, precioso, etc. hay que dejarlo para después de muerto :)

Uno (kisu) sin cordones (con r) pa ti!

PD. Ya sé que estás ahorrando pa cuando lleguen los derechos de autor. Me voy a poner las botas (qué propicio) con tus postales :)

Anónimo dijo...

Bienvenido seas Gio a esta Calle. No descartes además que te busquemos por cualquier esquina de Madrid para secuestrar tu talento. Advertido quedas.

En breve añado EL PLEBEYO (blog de este gran poeta) a las calles exquisitas, por derecho propio.

Abrazo grande.

Samantha dijo...

La puerta estaba abierta y entré sin ser invitada.

Me gusta su voz poética Enol.

Sépase leído y admirado, Poeta.

Saludos.

Samantha.