noviembre 10, 2009

La poesía era esto

Cuando por una inusual casualidad hablo con un compañero de trabajo sobre esto de la poesía, él no tarda en lanzarse a recitar algunos de esos versos que hay quien lleva grabados en la memoria para afrontar temáticas como esta. Uno de sus poemas favoritos dice "Tengo un cimbel matutino que por delante echa gotas y por detrás...le cuelgan dos pelotas". Es cierto que yo no vivo como un poeta, ni siento como tal, ni soy capaz de imaginar lo que supone. Ese es mi yo habitual. El otro, se lo pasa muy bien con estas cosas. Nos ponemos tan trascendentales a veces sobre lo que dicen unos y otros, hablamos sobre signos de puntuación, sobre imágenes, sobre la metafísica, el abstracismo, los oscuros, los miraquelindos, ya ves tú, la madre que nos parió y con qué fin. En Junio dejé de ir a recitales. Dejé a un lado (que no de lado) el mundo de los poetas. Ayer volví a caer. Volví a quedar con poetas y a enredarme en ese asteroide de rimas y versos. No sé cuánto durará esta vez. Puede que llegue el día en el que sólo recite versos como los que memorizan mis compañeros de trabajo...


2 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Creo que ayer no caíste. Ni fuiste a un recital ni quedaste con poetas. Más bien fuimos con la empanada a cuestas.
Pero caerás, claro. Por suerte para algunos.

VICTOR VERGARA dijo...

Jajaja, avísame.
Si, quizá sea como dice Zúñiga.

SALUDOS.