Un día quise
ir lo más lejos posible.
Esconderme solo
del ladrido de los perros.
Evitar la manía de apagar
los cigarrillos en mis brazos.
Buscar lava con la que envolver
Tus palabras de medianoche.
Saber donde enterrar los recuerdos
que no terminan de morir, por más que los ahogues.
Mascar flores asomado a una ventana sin jaula.
Acabar de una vez con esa música
porque todas las canciones terminan…todas.
Estampar mi puta cara contra la almohada
y dejar de repetir tu nombre.
Pero cada vez que abro la puerta
caigo rodando escaleras abajo hasta el rellano.
Y lo sabes.