Es extranjera menuda
como muchas que proceden
de esos lugares que abandonas en cuanto puedes.
Siempre pregunta
¿Como está hoy mi niño?
No imagino su vida allá,
la que decidió cambiar por fregonas de acá.
Siempre sonríe
aunque muchas veces sepa
que las cosas están realmente mal,
que a poco peor que se pongan,
se irá.
De vuelta a su vida de allá.
La que no quiero imaginar.
Hoy hemos hablado de las molestias
en mi pierna derecha,
como si de todos los gritos,
fuera ese el más desgarrador.
Sin apartar su mirada de ultramar
ha sonreído una vez más.
Claro mi niño,
todos tenemos nuestro pequeño dolorcito...
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