junio 15, 2009

Robinson

A los incorformistas sólo les espera una vida de pasados desolados y murallas rodeadas de fosos muy hondos. Junto con la posibilidad de contemplar el mar a solas. Para ell@s: Robinson.

Al final
siempre regresan las llamas.
Yo me quedo quieto, como hipnotizado,
viendo cómo consumen
un pasado menos.
Y ni rastro de lluvia
que limpie de halcones las nubes.
Al final siempre vuelven...
Aguerridas a cada domingo
que no me encuentro.
Coreando entre el humo:
de todos los devastados,
¿qué corazón era el tuyo?

5 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Prefiero el mar a solas. Y, a veces, no me importa equivocarme de corazón, un corazón ajeno es de las pocas cosas que me conforman.
Abrazo.

mariposasalvuelo dijo...

Ayyy Enol ves, porque me gusta venir a disfrutar tu poesía? Aquí sigo... un beso.

Angel Loana dijo...

"...un pasado menos...". Siempre pensé que el pasado era una suma constante e imparable. Me ha impactado esa otra forma de verlo que tú propones.

Cambia la estación,
Atocha, otoño y Robinsón...

Giovanni-Collazos dijo...

Simplemente me ha gustado el poema.

Un abrazo.

Gio.

Ana Muela Sopeña dijo...

Muy buen poema, Enol.

Me encantó.

Un beso
Ana