A los incorformistas sólo les espera una vida de pasados desolados y murallas rodeadas de fosos muy hondos. Junto con la posibilidad de contemplar el mar a solas. Para ell@s: Robinson.
Al final
siempre regresan las llamas.
Yo me quedo quieto, como hipnotizado,
viendo cómo consumen
un pasado menos.
Y ni rastro de lluvia
que limpie de halcones las nubes.
Al final siempre vuelven...
Aguerridas a cada domingo
que no me encuentro.
Coreando entre el humo:
de todos los devastados,
¿qué corazón era el tuyo?
siempre regresan las llamas.
Yo me quedo quieto, como hipnotizado,
viendo cómo consumen
un pasado menos.
Y ni rastro de lluvia
que limpie de halcones las nubes.
Al final siempre vuelven...
Aguerridas a cada domingo
que no me encuentro.
Coreando entre el humo:
de todos los devastados,
¿qué corazón era el tuyo?
5 comentarios:
Prefiero el mar a solas. Y, a veces, no me importa equivocarme de corazón, un corazón ajeno es de las pocas cosas que me conforman.
Abrazo.
Ayyy Enol ves, porque me gusta venir a disfrutar tu poesía? Aquí sigo... un beso.
"...un pasado menos...". Siempre pensé que el pasado era una suma constante e imparable. Me ha impactado esa otra forma de verlo que tú propones.
Cambia la estación,
Atocha, otoño y Robinsón...
Simplemente me ha gustado el poema.
Un abrazo.
Gio.
Muy buen poema, Enol.
Me encantó.
Un beso
Ana
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