No quedan lechos donde guarecerse
de la gélida tempestad que divulga
tu mirada.
Navegan mar adentro
palmípedos,
colúmbidos,
de la gélida tempestad que divulga
tu mirada.
Navegan mar adentro
palmípedos,
colúmbidos,
gallináceas
y codornices de voladera.
El Imperio de los Nombres
arde en llamas,
y extingue los axiomas
la calima de madrugada
asfixiando un pretérito,
asido al imperfecto,
vistiendo de azabache
las metáforas de otros días
con el humo negro.
y codornices de voladera.
El Imperio de los Nombres
arde en llamas,
y extingue los axiomas
la calima de madrugada
asfixiando un pretérito,
asido al imperfecto,
vistiendo de azabache
las metáforas de otros días
con el humo negro.
Y se anuncia sin embargo
el umbral de un nuevo sol
por megafonía
(el cielo no ha muerto
el umbral de un nuevo sol
por megafonía
(el cielo no ha muerto
dicen los ilusionistas).
enol.sanyago
2 comentarios:
Estupendas imagenes y metaforas las tuyas...
Me gusta mucho leerte...
En este imperio de nombres en llamas con un toque de esperanza que se ilumina con aire de ilusion... o no? tal vez no...
Muy buen poema
Saludos
Bismark
No pretendo manosear la palabra "gracias" demasiado que, como todo lo que usa en exceso, acaba por generar repugnancia. Pero es necesaria siempre que alguien dedica parte de su tiempo a dejar comentarios, así que la reitero una vez más.
Me alegra que tu análisis se base en un "tratas de decir esto...o no?". Es la clave de todas mis reflexiones.
Seguimos leyéndonos, Bismark.
Abrazo cordial.
Publicar un comentario